De principes azules, sapos, ogros y otros terrores nocturnos.



Pues bueno y dejen les cuento que ya estamos a días de que se estrene en los cines de México la segunda parte de "Sex and the city", mi emoción esta al ciento por uno deseando el poder ir y ver en pantalla grande una de las series de televisión que mas ha influido en mi vida, y que de paso venero de todo corazón, al igual que "Grey´s Anatomy". Soy fanática de hueso colorado que le vamos a hacer. Y pues mientras llega el tan anhelado estreno me he puesto a ver los pasados fines de semana junto con mi marido (que no se si le guste pero al menos se ve que le causa gracia) capítulos de las primeras temporadas, los cuales reconozco, no me canso de ver una y otra vez. Y en esas andaba cuando me llamo poderosamente la atención un dialogo que efectúa Carrie (interpretado por la fabulosa Sarah Jessica Parker) acerca de que hubiera pasado si en el cuento de "Blanca Nieves" el dichoso principe jamas hubiera llegado a despertarla con el primer beso de amor. Carrie sigue disertando que lo más probable es que viéndose sin príncipe y sin beso hubiera optado por una de dos opciones: Seguir arranada esperándolo, o en su caso despertarse por si misma, irse a buscar un trabajo, pagar sus deudas y continuar con su vida que al fin y al cabo no se acabo por no tener el príncipe en caballo blanco que la salvara.

Y viendo las cosas desde ese punto de vista ¿Cuantas no crecimos con la idea que solo el príncipe nos daría la felicidad absoluta, y de repente nos dimos cuenta que el tal príncipe al final se convirtió en sapo o bagarto de laguna? Y peor aun, que resulto que por mas besos que le dimos siguió en estado anfibio. Es triste en verdad, pero es el cuento de la vida real de muchas de nosotras, que algún día llegamos a pasar por tan traumática experiencia, y que sin querer o quizás queriendo, le estamos hoy en día trasmitiendo la misma información errada a nuestras hijas o sobrinas, haciendo que repitan nuestros errores, en lugar de enseñarles que las cosas no son así como funcionan.

Y pensando en esto, me vino también a la memoria la película de Shrek, la cual contra todo pronostico cinéfilo resulto ser una de las películas más taquilleras del momento desde su estreno, y todo porque toco un tema que hasta entonces a nadie se le había ocurrido: ¿Y si el verdadero amor fuera el Ogro del cuento en lugar del príncipe encantador? Y la suposición se convirtió cual cuento de hadas en aplastante realidad. Y es que a veces como mujeres estamos tan obsecadas por casarnos con el tipo guapo y carismático, que no nos damos cuenta que a veces no es que nos casemos con quien queramos, sino con quien debemos. ¿Te suena extraño? pero es así como regularmente funciona, ¡Y ojo! no digo que sea para todas, pero recordemos que en cuestión de relaciones solemos ser la excepción y no la regla.

Una excepción que ¡Haganme el bendito favor! como nos persigue cual cobrador a fin de mes, ves tras ves, sin que a ciencia cierta sepamos el porque. ¿O acaso es que si lo sabemos y nos aferramos a la mala vida?

Las relaciones hombres-mujeres desde el comienzo de la historia siempre han sido complejas, agregenle que una quiere encontrarse lo mejor, y después de un muy largo tiempo nos damos cuenta con cierta frustración que ya no es lo mejor lo que queremos hallar, sino ya lo que caiga; y en ese trayecto usualmente cometemos una serie de fatídicos error tras horror. ¿Y cual son estos? Pues que en lugar de ver el cuadro completo cuando iniciamos una relación, nos dedicamos solo a ver lo que esta enfrente de nuestros ojos, y nos perdemos el poder apreciar el contenido del mismo.

¡Y vaya que el contenido es importante! De hecho es el parámetro mismo que nos dirá si vamos por el camino correcto o de plano andamos perdidas y sin rumbo. Pero bueno eso es solo por una parte, porque ¿Qué ocurre cuando el dichoso ogro, príncipe, sapo o lo que sea de plano no llega? Porque seamos honestas, por más San Antonios de cabeza pongas, oraciones poderosas de intersecion realices, y te hagas miles de limpias en Catemaco, cuando no se aparece, ni con la lampara de Aladino, se logra el milagrito a veces.

Y la respuesta es bastante sencilla, ya que la realidad de nueva cuenta es abrumadora: no sucede NADA. Porque por más difícil resulte de creer, el susodicho "príncipe azul" no viene a salvarnos de algo, ya que para estas alturas se supondría que nosotras ya estamos a salvo de todo lo que nos rodea. Este siempre viene a ser un punto de conflicto y difícil de entender para muchas, ya que una piensa que el motivo central y principal de conseguir pareja es que nos venga a solucionar la vida, cuando nuestra vida que nos pertenece solo y únicamente a nosotras, debería ser auto suficiente y con la capacidad de solucionar por nosotras mismas cualquier dificultad que se nos presente. Lo cual nos lleva a la moraleja de este no cuentito: Si el príncipe existe, es solamente en los libros de los hermanos Grimm, y en lugar de buscarlo con desesperación, lo mejor es acomodarnos en nuestro más mullido sofá y hacernos la manicura, así no nos cansamos y de paso empezamos a comprender que con o sin príncipe mi vida es perfecta tal como esta, y que si en lugar de él llega Shrek, es porque en definitiva es mucho mejor partido, que todos los encantadores juntos.

¿Y qué pasó a fin de cuentas con Blanca Nieves? Pues decidió que ni el príncipe, ni los enanos la iban a sacar de broncas, así que se asocio con la Cenicienta y la Bella Durmiente y entre las tres pusieron un SPA de masajes relajantes, mascarillas rejuvenecedoras y platicas de auto estima para así pagar las tarjetas de crédito, irse de viaje cuando de les diera la gana y darse cuenta finalmente que así vivirían felices por siempre. ¡Ah! y casi se me olvida, hasta la malvada madrastra se puso en terapia y descubrió que el fondo de todos sus males era un hombre y un espejo mágico que le dijeron que no era tan hermosa, cuando la realidad era todo lo contrario.
Y pues ya me paso a despedir no sin antes desearles una muy magnifica semana y que todos sus sueños se cumplan. See ya!
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3 Response to "De principes azules, sapos, ogros y otros terrores nocturnos."

  1. Anónimo Says:
    27 de mayo de 2010, 3:34

    Me encantó el final!!! con la mala incluida, que al final no era tan mala sino una pobre mujer mas, quizás despechada en algún momento!

    tenes razón, esos cuentos ( y nuestras madres que nos dijeron que sin un buen hombre al lado no ibamos a poder vivir) nos confundieron demassiado, Por algo es que todos los cuentos terminan cuando el principe le da el beso...y ninguno los muestra diez años después....quizas divorciados, gordos, feos, dejados, cansados, aburridos, corriendo todo el dia atrás de los chicos....

    me encantó tu reflexión!
    un beso

  2. Martha Ale Silva says:
    27 de mayo de 2010, 9:58

    Muchas gracias por tus comentarios. Creo que no existe mujer que no haya pasado por esta experiencia y lo bueno es que hasta de los errores se aprende y podemos superarnos a nosotras mismas. Saludos!

  3. Unknown says:
    1 de agosto de 2012, 16:08

    jajajaa muy bueno, mira yo tengo un blog sobre la temática de los sapos que jamás se convierten en principes, date una vuelta.
    http://nubiacansadadebesarsapos.blogspot.com