Aprender a Ser Mujer (o al menos hacer el intento)

Toda esta semana en que no había podido por alguna u otra razón darle algunas palabras a mi blog, me dio la oportunidad en cambio, para leer y escuchar en varias fuentes, acerca de mujeres excepcionales que a pesar de su genero hicieron un verdadero alboroto a su alrededor, fuera porque con sus acciones provocaron un cambio o simplemente por ser ellas mismas. Y me puse a pensar sobre aquel ya famoso tema del llamado "feminismo" y en base a que surgió, y por que hay mujeres que hasta la fecha y de manera airada siguen defendiéndolo como algo de vida o muerte. Se que tuvo su cuna en mujeres insatisfechas con el trato que recibían, y las cuales por medio de constantes luchas sociales y políticas, buscaban ser reconocidas al mismo nivel de igualdad que los hombres. Y bueno yo no vengo a debatir si todo esto fue o es, bueno o malo, ya que por algunas valientes feministas se construyo el camino que hoy muchas caminamos.
Mi tema no es acerca de las habilidades que indiscutiblemente y a través de mucho sufrir y batallar, han demostrado que a la par de los hombres somos igual de capaces que ellos y que nada se nos presenta como irrealizable pues en todo campo siempre habrá ahí una mujer capaz de hacerlo.
De lo que quiero tratar, es esa parte que a veces algunas feministas (por que no digo que todas) intentan suprimir; y es que aunque siendo iguales en algunas cosas con los hombres, definitivamente somos mas que diferentes en otras, y nada ni nadie puede evitarlo o negarlo. Y no por eso, somos de menor valor sino que mas bien, es eso precisamente, lo que nos da ese distintivo calificativo que nos eleva a la categoría de criaturas terrenales especiales.
Por que ser mujer es cosa de valientes, ¡Y como no habría de serlo! desde que nacemos traemos incluidas una serie de fisiologías que a la larga de alguna manera definiran nuestras personalidades. Nuestros cuerpos al irse desarrollando mostraran abultamientos que en los varones no son tan marcados, nuestro ciclo reproductivo comienza mas o menos a los 12 o 13 años, y junto con el una serie de cambios emocionales que en mas de alguna vez llegamos a detestar por que en el momento y lugar menos adecuado nos hacen sentir vulnerables, sentimentales, y débiles.
Pero muy al contrario son estas las que nos dan ese sello único y diferente: No hay ser como aquel capaz de dar vida y de dar la misma vida por defenderlo, poseer un sentido que nos habla y avisa por adelantado, amar con la suficiente fuerza tanto a quienes le rodean como por lo que cree, darle un toque propio a los que hace y con dignidad sufrir una cita para un examen de papanicolau.
Nunca habrá un hombre en la faz de la tierra que sepa lo que es padecer nueve meses de embarazo (aunque por ahí digan que ya hubo uno, que en realidad es una), soñar con el príncipe encantador alguna vez y quedarse quizás con el plebeyo o el Shrek verde pero que igual nos encanta, y pasar las horas con las amigas del alma simplemente por que si. Padecer desencantos, bochornos menospausicos, y uno que otro día en que ni una misma sabe lo que quiere.
Ver con frustración como con el paso del tiempo, la gravedad reclama todo lo que un día se sostenía por si solo, no mover ni un dedo hasta no tomar esa deliciosa taza de café, guardar un secreto que solo el corazón conoce y si la cuchilla atraviesa alguna parte de nuestro cuerpo, por causa de alguna enfermedad, saber que eso no nos mutila el alma y las ganas de seguir adelante.
Así que como ves, ser mujer es sinónimo de poder, valor y fortaleza que al ponerlos en acción nada es, ni muy grande, ni muy difícil. Y si de ejemplos se trata, hay tienes algunas que lo fueron ¡Y de que modo!: La Madre Teresa de Calcuta, Sor Juana Ines de la Cruz, María Curie, Juana de Arco, Evita Peron, Hellen Keller, todas ellas las cuales, algunas renunciando a comodidades, con limitantes físicas, buscando cambios políticos o científicos y levantando su voz en medio de la represión de quienes las rodeaban, alcanzaron sus ideales y los hicieron realidad, dejando una huella que la historia se ha encargado de reconocerles por sus propios méritos.
Ahora si, ya sabes que el feminismo no se trata solo de no usar brassier, lo cual no recomiendo mucho, por que no hay nada como tener a las chicas en su lugar, ni tampoco de andar de maquillaje coqueton (lo cual tampoco es malo), sino de una actitud que nos haga enorgullecernos de ser como somos y si a veces se nos sale alguna lagrima, ¿Pues que? si, soy chillona y ni modo, soy feliz porque soy mujer y punto.
Y aqui les dejo un video que me gusta mucho y es de un comercial que hiso Miguel Bose y que le viene al dedo el titulo: "Que vivan las mujeres". Y antes de retirarme te pregunto ¿Te atreves a vivir y ser mujer? See ya!


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