De corazones rotos, caras feas y la belleza de la soledad

Esto de una vez aclaro, no aplica a todas. A las demás que si nos, les cuento que sigo sin entender el porque lo hombres suelen ser tan felices estando solteros y solos y a las mujeres la sola palabra soledad nos aterra. Hago la suposición de que quizás todo empieza desde que somos pequeñitas y desarrollamos ese extraño gusto por llamar la atención. Que ¡Mirame papi que lindo bailo!, que me mire Juanito el de mi salón y que me miren toda nomas que no sean los calzones. Y luego esa obsesión la seguimos de adolescentes cuando en una etapa depresiva nos vemos al espejo y empezamos con la cantaleta: Que si estoy fea, que si estoy gorda, que si nadie me quiere, que me voy a quedar para vestir santos, que me lleva la fregada y así estamos hasta que pasa la menstruación o nos encontramos a cualquiera que nos diga lo contrario. Y resulta que a raíz de estas tristes disertaciones que aprendimos viendo en casa,o en la escuela o con las amigas son las que muy probablemente regirán nuestras vidas adultas. La palabra soledad en los diccionarios femeninos se define como sinónimo de perdedora, rara, fea, aislada y tantas cosas mas, que no es de extrañar entonces, que ninguna quiera hacer con ella verbo. Y es ahí a mi parecer que comienza, la historia de la vida de muchas de nosotras: mas vale mal acompañada que sola y la gran cruzada por encontrar al hombre que nos ayudara a salir del negro abismo de la soltería o peor aun de estar solas como hongos oaxaqueños.

Porque, ¿A quien le gusta estar apestada del resto de las personas normales? ¿Solos? ¡Dios nos libre! Solos los perros. Y aun así habrá alguien que los acaricie o les aviente un huesito. Y en base a esta teoría, empezamos relaciones que a veces tienen tintes o medio masoquistas o medio paranoicos.

Es una verdadera pena que todavía en estos tiempos tan avanzados en tecnología, información y desarrollos sociales y donde a la mujer se nos ofrece una amplia gama de posibilidades de trascender en el mundo, aun sigamos siendo codependientes de alguien mas. Y no lo digo nomas por hacerme la sabionda, sino porque tristemente así es. ¿Cuantos casos no se han escuchado de mujeres que se dicen feministas de hueso colorado, grandes profesionistas, mujeres exitosas en sus campos de trabajo que han cometido alguna locura en nombre de lo que llaman "amor" o "pasión fatal"?

Y comienza la función. Los actos principales son los que llevamos a cabo para que nadie nos quite lo que asegun "nos pertenece", y aquí traigo el caso que ocurrió apenas hace un par de años en gringolandia donde una mujer, astronauta de profesión fue condenada a prisión por intentar matar nada mas y nada menos que a una colega suya que le había quitado el amor de su ex amante el cual también era astronauta. Manejo practicamente 1500 km desde Houston hasta Orlando con un pañal puesto y sin detenerse hasta llegar, y falto poco para que cometiera una barbaridad por algo que en realidad viéndolo bien, no valía la pena. Y como este caso, hay muchisimos mas, de hecho y si alguna de nosotras lo analizamos ¿Cuantas no cometimos alguna que otra locura por el amor de un hombre? Habremos algunas que haciendo incluso memoria nos echaremos a reír de vergüenza o de buena gana porque ¡Se hace cada cosa estando enamorada!

Total que buena o mala que haya sido la experiencia, el punto es que, el transfondo de todo esto también es en parte por el miedo tan profundo que le tenemos a la soledad. Y este miedo es porque en parte le tememos a enfrentarnos a nosotras mismas. Y me pongo de ejemplo: recuerdo cuando mi ahora ex esposo nos dejo a mi y a mis hijas un buen día, y fue en ese buen día cuando a mi se me derrumbo todo, y el solo pensar en el futuro me causaba una serie de pesadillas y visicitudes tan oscuras que cuando me ponía echa un mar de lágrimas, casi casi me parecía escuchar de fondo la canción de Marisela "Sola con mi soledad..." Y me entraba un miedo... y si, me decía: "Tengo miedo... tengo mucho miedo". Sin embargo, y conforme se fueron acomodando las cosas, junto con los fines de semana o periodos de vacaciones en que mis hijas se iban con su padre, y yo me tenia que quedar sola, fue como aprendí y comprendí que la soledad no es tan fea como la pintan. A veces me iba con amigas o amigos y me la pasaba muy bien, pero fue cuando me toco salir conmigo misma que descubrí que la única manera en que puedes desarrollar una sana relación con alguien mas, es aprendiendo primero a convivir con tu linda persona. Porque la neta, ¿Quien sino una es quien mejor te conoce? Siendo mi mejor amiga y aceptando que al final solo me tenia a mi me abrió los ojos para saber que no necesitaba a un hombre a mi lado ni para ser feliz, ni para sentirme completa.

Ahora se esto y es mi deseo, que cada mujer que aun no tiene un compañero a su lado, o por alguna otra razón esta sola, no desespere ni crea que permanecerá así por el resto de su existencia. Todas tenemos nuestro tiempo y mientras este se da, tenemos la oportunidad de conocernos y reconocer que somos seres completos por nosotras mismas, y que cuando llegue el susodicho adecuado (o incluso sino llegase), no lo completaremos a el, ni el a nosotras, ni mucho menos sera quien haga mi felicidad, porque felices ya debemos ser, y ellos solo vendrán a invertir en ella. Y el estar completas es algo que podemos construir y moldear para no ser medias naranjas, sino toronjas completas y hermosas, y sobre todo únicas.

Y también te puedo decir por experiencia, que no se necesita andar una vendiendo con una micro falda y un mega escote y maquillada como travesti cuando al final lo que vale, y es irónicamente lo que mejor vende, es la seguridad en una misma y que si es necesario como dice el dicho: mas vale sola y feliz, que triste y mal acompañada. Y bueno al final la mejor opinión la tienes tu, me gustaría me la pudieras compartir. De mientras les deseo harto amor (aun si viene de ti misma), mucha belleza y una lluvia de aventuras de aquí en adelante contigo misma. Y como digo... Olé y see ya!
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