El club de la cicatriz


¿Pueden ustedes imaginarse el peor día de sus vidas? Yo si. Es uno de "esos" días en que todo parece salir mal, y que comienza exactamente desde el momento en que te levantas de la cama con el pie izquierdo y tu dedito gordo del pie se da directo y de lleno contra la pata de la cama. El bendito día continua haciendo una corajes con el taxista que va delante de ti y no te deja avanzar mientras manejas, el camión que no te hiso la parada y tu que andas con el tiempo contado para llegar al trabajo, el despertador que no sonó y ya vas a las carreras a llevar a los hijos a la escuela para que no se les haga tarde, el coraje que te hizo pasar el jefe en la oficina, la comida que se te quemo y en fin, que parece que a veces el universo entero complotea contra una para que lo malo se ponga peor.


Y aunque estos pequeños altercados diarios nos llegan a poner de un humor de perros, y provocan que de algún modo nuestro día se nos amargue, en realidad son (y siguen siendo), si los vemos objetivamente, solo pequeños incidentes ocasionales que al final del día los damos por enterrados y olvidados.

Sin embargo existen otro tipo de heridas que por mucho que lleguemos a tratar de olvidar y enterrar en nuestra memoria continúan molestandonos cada vez que nos acordamos de ellas. Son esa clase de heridas que al recordarlas te ocasionan no solo un profundo malestar, sino que además, vuelven a evocar sentimientos de ira, tristeza y decepción los cuales creías haber superado ya, pero que en realidad solo estaban bien camufleados debajo de nuestro corazón. Que más daría una para dejar de una vez por todas ese evento de nuestra vida que nos dejo tan solo malos momentos, en un lugar tan alejado y profundo de la memoria, que nunca jamas se pudiera volver asomar ni por error. La mala noticia es que no es tan fácil a veces, ya que al ser humanos, llevamos inherentes en nuestra naturaleza una serie de detonadores ocultos, que al más mínimo movimiento se disparan, trayendo sin poder evitarlo, esa ola de emociones que avasalla todo a su paso y nos lleva sin quererlo al punto de partida, al origen mismo de la herida.

Una separación dolorsa, sufrir un abuso físico, el ser abandonadas por alguien, una perdida dolorosa, forman parte de esa gama poco agradable a las cuales se les denominan heridas. Y no que sea tan malo el portar en nuestras almas una que otra herida de guerra, ya que gracias a ellas podemos ahora decir con orgullo que somos lo que ahora somos. Nuestro crecimiento y desarrollo han sido en función de haber vivido y sobrellevado ciertas situaciones críticas, las cuales nos han dejado una experiencia que en el futuro nos ayuda a entender cosas que quizás en ese momento eran imposibles de comprender o aceptar, y nos obliga a convertirnos en sobrevivientes dispuestas a continuar de una u otra manera hacia adelante, a encontrar en medio del dolor y el sufrimiento razones para levantarnos de la cama y seguir respirando.

Pero así como existen este tipo de heridas que con el paso del tiempo son sanadas, (y cada una tenemos nuestro muy personal tiempo de sanación) y llegan a convertirse en una cicatriz rosada y esponjosa, que quizás en un principio pique y de comezón, pero luego solo queda su fina linea que nos recuerda que salimos triunfantes, existen también por otro lado las heridas que si no son tratadas, ni curadas a su debido tiempo se va transformando en algo grotesco y que nos entorpecen nuestro camino hacia la libertad, hacia la vida misma.

La cólera, la ira, la furia o el enojo que llegamos a sentir por haber sido dañadas tanto en nuestro interior como en el exterior, pueden quizás en un principio no ser notadas e incluso llegar a pensar que no habitan más en nosotras; nos engañamos bajo la sutil apariencia de caminar cada día y creer que "nada sucede" y es entonces, cuando menos lo esperábamos, un solo y pequeño incidente nos devuelve a la dura y aplastante realidad que lo que creíamos muerto, esta más vivo que nunca.

¿Cómo pues entonces, debería hacer o quizás no hacer para llegar a la sanidad interior de mi alma? En definitivamente en principio te diría que no te desesperes ni pierdas la esperanza, ya que el tomar conciencia de que existen heridas difíciles de curar, no por ello son imposibles, ya que siendo honestas al reconocer el problema, estamos dando el primer paso para su solución.

Siempre en algún momento de nuestras vidas hemos oído cosas como perdonar y olvidar, y una se pregunta "¿Pero como rayos se hacer eso? Yo perdono pero JAMAS olvido" "Y si X o Y cosa se piensan que ya esto murió, para mi sigue vivo y no lo suelto y no lo olvido". Argumentos por demás razonables, ya que es fácil que nos digan que se debe hacer, pero verdaderamente difícil en la practica llevarlo a cabo. Y no, no eres rara, ni eres pecadora, ni te conviertes en lo peor sobre la tierra por tener sentimientos tan HUMANOS, ya que eso somos a fin de cuentas, seres mortales con tantos defectos y virtudes como quien más. Pero tampoco se trata de que por siempre y siempre jamás te encierres en tu dura e impenetrable caparazón de amargura, tristeza y soledad para demostrarte más a ti misma que a los demás, que contigo nada ni nadie puede.

Todos somos vulnerables y necesitamos soltar todo ese dolor que traen consigo las heridas, y la mejor manera de hacerlo es empezar por encontrar en nosotras la raíz misma del dolor, para así permitir que le llegue aire fresco y pueda finalmente empezar a cicatrizar por si misma.

¿Cómo se logra esto? vuelves a preguntar, y la respuesta esta nada menos que en ti. Suena de locos pero es cierto, ya que todo empieza en un acto sincero de voluntad propia. La sanidad había comentado, tiene su proceso, su camino, pero ¿De qué manera lo empiezo a andar? Pues de la misma manera que aun estás aquí leyendo: Por voluntad propia.

Sacando todo hacia afuera, viéndolo desde una perspectiva diferente, permitiendo que al mismo tiempo que vuelven a fluir las emociones tan negativas que te provocan, las enfrentes y te concedas a ti misma esa oportunidad de permanecer en silencio el tiempo que sea necesario, para finalmente empezar una por una, a olvidar cada ofensa recibida, hasta sentir que eso que te hicieron ya no te hace sentir tan mal como cuando paso, dejar atrás el pasado doloroso, decidiendo ya no mirar atrás, porque mi camino esta adelante, y así por ultimo llegar a perdonar la deuda, saldar la cuenta y mirar con alegría que se pueden tener cicatrices, pero ya no vivir al pendiente de ellas, porque lo que yo tengo y valgo es mayor que lo que un club de cicatrices juntas pueden mostrarme. Mi realidad es vivir en libertad, sientiendo la plenitud de mi ser creciendo sin la necesidad de ver su linea y que duela, sino ver y solo recordar que eso por fin termino.

¿Estas dispuesta a dejar el club? No es sencillo, no se hace sin que duela, pero es definitivamente posible, y te animo a que lo intentes, a que lo intentemos día con día. Y pues bueno antes de partir me disculpo por haber tardado TANTO en publicar, lo se, pero es que este tema en verdad me obligo a enfrentar ciertas cosas pero creo que valieron la pena, y en verdad espero te lleguen a servir igual. Me despido pues, no sin antes recordarles que me encantan que me lean pero mas que comenten, me ayudan mucho sus palabras, criticas y sugerencias. Gracias a cada una de ustedes, son como dicen mi "best", aquí seguimos... See ya!



  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • Twitter
  • RSS

Con la sexualidad a flor de piel


¿Pueden imaginarse algún tema que sea mas Tabú que el del sexo? De hecho la única mención de la palabra s e x o causa entre cualquier mortal una serie de reacciones que van desde el sonrojo virginal de las mejillas hasta el colapso embolico total. Lo irónico del asunto es que siendo el sexo un tema espinoso de tratar o de hablar, es al mismo tiempo uno de los que mas atracción y fascinación causan. Una relación repudio-morbo que a pesar del desarrollo de la raza humana en cuanto a tecnología y conocimientos sigue siendo hasta la fecha punta de flecha y controversia.

En este aspecto, series americanas como "Sex and the city" y "Friends" fueron en su momento, la pauta que empezaron a mostrar por television en cadena internacional el tema del sexo como algo que debería ser visto de lo mas normal y natural. Sin embargo las reacciones al ver como en Nueva York la sexualidad se manejaba tan abiertamente y sin tapujos, ocasionó conflictos fuertes para quienes veían las series, por el hecho de dar a conocer una cara hasta ahora desconocida del comportamiento humano: Las relaciones físicas de mujeres y hombres. Porque siendo honestas, este sigue siendo hasta la fecha el tema menos entendido y con mas ideas equivocadas al respecto.

Y yo me pregunto: ¿Porque nos asustamos y sorprendemos tanto de algo que, aunque me tape los ojos y oídos con fuerza, esta en este preciso momento sucediendo en alguna parte del planeta tierra? ¿Porque tendemos a castrar un tema que produce en ocasiones vida en si mismo? ¿Ignorancia? ¿Temor? ¿Prejuicios? O quizás todos a la vez.

Sobre todo es en nosotras las mujeres, donde se da con mas regularidad el tratar el asunto del sexo con tanta delicadeza y pudor, que pareciera que se nos fuera a salir de control en cualquier momento. Ya que parte de lo que es la sexualidad femenina, tiene que ver y de hecho comienza con nuestros cuerpos. Asi entonces sucede que, revisar y explorar nuestro cuerpo resulta ser incomodo, innecesario, lastimoso o incluso hasta vergonzoso. Ya que una cosa es que una vez al año nos abramos de piernas frente al ginecólogo para que nos examine, muy a nuestro pesar, y otra muy distinta es que una misma sienta la plena confianza de auto explorarse. ¿Te puedes imaginar entonces siquiera que tu pareja te viera tal cual eres? ¡Ni hablar!

El nombre de Eve Ensler tal vez no signifique nada en si, pero esta mujer fue la autora y creadora de la famosa obra de teatro "Los monólogos de la vagina" estrenada en los años sesentas en los Estados Unidos, y la cual trata abiertamente de la sexualidad femenina, y como existe una ignorancia generalizada en cuanto al poder de la mujer en una de sus partes mas escondidas y poco comprendidas: Su vagina, el centro mismo de su sexualidad.

Y de una vez aclaro para que nadie se me espante, que no pienso hablar de nada obsceno, vulgar o indecente. Simplemente quiero exponer de manera sencilla y natural el papel tan importante que nuestra propia feminidad tiene para una vida plena y saludable.

Porque ¿Qué seria una mujer sin la conciencia de su propio cuerpo? Y aunque uno de los enemigos mas acérrimos de una sea el espejo, ya que tendemos a menospreciarnos por lo que nuestros ojos ven, es también el que nos muestra la verdadera belleza del mismo, aunque nos resulte difícil de creer.

Palabras como vagina, clítoris, vulva o pubis suelen ser escuchadas con horror, prudencia y hasta extrañeza por nosotras, pero nunca como sinónimos mismos de lo que nos hace únicas en nuestro genero, ya que son estas las que, si las sabemos apreciar, cuidar y amar en lo que son, nos darán la alegría de ser mujer.

Y no empiecen a verme con cara de "Esta de plano se volvió loca", ya que es la verdad, y nada más que la verdad. ¿De que sirve haber sido dotadas con órganos tan maravillosos si no queremos saber nada de ellos mas que para lo más indispensable? La respuesta esta en nuestra propia enseñanza de que lo que este escondido bajo los pantalones, no es digno de mencionarse, mucho menos de ser visto. Y yo les digo que si fuimos bendecidas con nuestras partes nobles, lo menos que debemos hacer por ellas es ser agradecidas y darles el cuidado y aprecio que se merecen.

Y usualmente sucede que cuando llegamos a mencionarlas es solo entre platica de amigas de mucha confianza, y en un plan mas en broma que en serio. Lo cual no tiene en realidad un gran problema si al final seguimos tomando la parte inferior de nuestro cuerpo en serio.

Y la única manera de tomarlo en serio es siendo serias e informándonos sobre ellas, yendo al médico, preguntando a quien sea necesario, siendo honestas con nuestras parejas pero sobre todo manteniendo una relación más que abierta con nuestra vagina: Conociéndola, protegiéndola, amándola y aceptando que si no fuera por ella quizás nuestra vida no sería tan agradable y divertida. Y aclaro que no se trata de exponerla públicamente, sino todo lo contrario, por lo cual ya saben ahora para que nos sirve el espejo.

No me tomen esto a mal, y comiencen a relajarse, escuchen en su interior tanto como en su exterior, y verán que en realidad es más fácil de lo que parece, todo depende de cada una y de acuerdo a nuestras propias necesidades, jamas sintiéndote presionada o manipulada, porque al final somos dueñas de nuestros cuerpos, y haremos con conciencia lo que mejor nos haga sentir y eso es a fin de cuentas lo más importante de todo.

Y antes de partir jubilosa les deseo una excelente semana y que sean llenas de cosas buenas y que sus mentes y corazones estén abiertos a la alegría de ser mujer. Cuidense mucho y mandenme sus comentario que como siempre soy feliz de recibirlos. See ya!
  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • Twitter
  • RSS