Rodando vamos y derecho llegamos

Si hay algo a lo que soy verdaderamente adicta en Internet es a mi pagina de Facebook, simplemente ¡La adoro! siempre ando encontrando algo nuevo que realizar todos los días: cuando no es agregar a alguien nuevo, incluyendo amigos de antaño y familiares que no tengo la oportunidad de ver o visitar por las distancias, hasta poner lo que pienso en ese momento (de ves en cuando me gusta presumir de tal capacidad), subir fotos, pasando por aplicaciones que me estoy empezando a dar cuenta me roban buena parte de mi tiempo, hasta las famosas encuestas o quizzes en donde por medio de una serie de preguntas con varias opciones a escoger como respuesta, al final me revelan mi personalidad según la cantidad de letras que tiene mi nombre, que tipo de manía psicológica tengo, a que princesa de Disney me parezco, hasta que tipo de mujer Diva soy, y ¿porque no? a cual personaje de Harry Potter se asemeja mi manera de ser. Y bueno, no que no me parezcan muy divertidos estos mini tests, pero ayer esto me llevo a pensar en el motivo por el cual a veces contestamos estas pruebitas. ¿Realmente serán para pasar un ratito de ocio y ver que tarugada me saldrá? o ¿Sera que es un simpático e inocente medio para que me muestren quien soy o quien quiero ser en realidad? y si fuese este el motivo oculto y oscuro por el que lo realizamos, ¿porque lo hacemos?

Razones podrá haber algunas cuantas, y al final todas muy validas, pero al punto al que quiero llegar es ¿si en verdad estaremos satisfechos con nosotros mismos o es que es una forma de vivir de las apariencias a expensas de lo que creen otras personas? en este caso los autores de dichos tests en cuestión. Yo reconozco que si me super encanta contestarlos y ver al final (aunque debo reconocer, a veces con gran decepción) cual es el veredicto o resultado concluyente.

Aun así, sigue siendo interesante como nos gusta vivir y proyectarnos en la vida de aquellos a quienes admiramos (o incluso detestamos) e intentamos de alguna manera el imitarlos o aspirar llegar, aunque sea algo cerca, a ser como ellos. Puede ser algún cantante, actor, político (lo dudo mucho), o incluso algún personaje ficticio. El caso es que cualquiera puede llegar a ser mejor de lo que soy yo. Y yo pregunto: ¿es eso total y absolutamente cierto y necesario? ¿Necesito tener super poderes para ser mejor de lo que soy ahorita? ¿Tengo a fuerzas que creer que si el test dice porque mi personalidad es como la de Cenicienta así debo aceptarlo y cargar con ello?

Esperaría que la respuesta fuese un redondo, grande y muy rotundo NO. Yo debo asegurarme antes que nadie, que tal y como soy, soy perfecta (algún defectillo por ahí habrá) y no necesito copiar, ni imitar a ningún otro a menos que no sea para mejorar, y no para consolarme con el que, quizás podría llegar a ser como el o ella si me opero, disfrazo o actuó como tal.

Mi principal meta en la vida, que ya de por si es muy corta, es comenzar a establecer primeramente quien soy, que puedo ser de acuerdo con mis actuales capacidades, que necesito para conseguirlo, para asi finalmente poder llevarlo a cabo tomando conciencia de que si bien, quizás no podre llegar a volar como Superman, mis sueños si me ayudaran a llegar a la montaña mas elevada.

Y gracias a Dios ejemplos vivientes existen: El inventor del telegrafo, el descubridor de una vacuna, el primero que llego a la luna, el que escribio aquel excepcional libro. Nada pero nada es imposible cuando descubrimos que es asi, tal cual, simple y llanamente, y que al despertar cada dia y verme a mi mismo reflejado en el espejo, recordarme en voz alta que soy yo y unicamente yo, el causante de obstaculizar mis ideales y propositos con los cuales puedo causar una diferencia en este mundo tan repetitivo y a veces poco original. Yo creo que si, y ¿tu que decides: aparentar o ser tu? Porque la neta: ¿Y tu... quien eres?