Como han pasado las cirugias

Pues a mi si me llego la muerte del Michael Jackson, la neta es que si fue (y seguirá siendo por muchos años mas), una figura muy influyente de la música pop además de un autentico genio que compuso canciones fantasticas. Lo cual me llevo a meditar, como se le paso a muchos mas, en cuanto a que quizás estuvimos equivocados al juzgarlo tan a la ligera como ser humano, ya que aunque es cierto que como cualquier persona tuvo sus muchos defectos y fallas, siento que mas bien fue su polémica vida lo que le hizo a su alrededor una fama quizás mas exagerada de la que tuvo realmente en vida.
Y estando viendo y escuchando en estos días toda la cantidad de noticias que han surgido desde su infortunada muerte, me he podido dar cuenta que a este pobre hombre le preocupaba en demasía su apariencia, y digan lo que digan, así fue. Michael padecía del síndrome de Peter Pan, el eterno niño, que se niega a crecer y madurar. Y no es muy difícil de adivinar que la vejez le daba pánico.
Y bueno, ¿a quien no? y he ahí el meollo de lo que quiero tratar en este momento y me pregunto: ¿Estamos preparados para envejecer? Y yo creo que la mayoría de nosotros en lo mas profundo de su ser sabemos que la respuesta es: No.
Y no es un pecado el admitirlo, ya que el sueño mas común del hombre desde siempre es el de la inmortalidad, la vida eterna para no tener que enfrentarse con lo único seguro que tenemos en esta vida: la muerte, y esa si, no hay manera de darle cita pues llega en el momento mas inoportuno, que es cuando mas nos faltaba por vivir.
Así que de ahí, que desde tiempos milenarios se hayan buscado (y se siguen buscando afanosamente) maneras de retrasar tan temido momento y sus evidentes signos, el cual indiscutiblemente es el de la vejez.
¿Quien de nosotros no escucho siendo niño o joven alguna ves decir a alguien ya mayor: "Como me ves, te veras?". Clásica frase que aunque en un principio nos parece que jamas llegara, cuando llega (y sin duda llega) nos pone en la carrera de hacer, en ocasiones, hasta lo impensable por tratar de alguna manera u otra formas mágicas de retrasarla, esconderla o hacerla lo menos obvia posible.
Cirugías plásticas, liposucciones, cremas hidratantes, liftings, ejercicios agotadores, dietas anorexicas, que no se si realmente cumplan del todo su cometido pero que eso si, ¡Que caras cuestan!, claro bien me decía mi tía: "La belleza cuesta" pero, ¿realmente sera un precio que vale la pena pagar?
No estoy muy segura en realidad de la respuesta, ya que cada uno y una en lo individual lo podrá saber y evaluarlo según sus necesidades. A lo que quiero finalmente llegar es a que la vejez no es la enemiga a vencer, porque no es nuestra enemiga, sino parte de nuestro propio proceso natural, el cual si nos tomáramos la conciencia y el valor de enseñarnos a verla con su velo de dignidad y particular belleza (porque aunque sea difícil de creer aun las canas, las arrugas y los rollitos tienen su belleza), en lugar de llevarnos a vernos ridículos y operados, ¡y para colmo! aun viejos, nos ayudara y guiara a que en vez de temerle, la tomemos con sabiduría y la vivamos sino con alegría, al menos con las satisfacciones que conlleva el haber tenido y disfrutado a plenitud una buena vida. Y lo mejor de todo: bien vivida, bien bailada y como decía mi abuela y le doy toda la razón: lo bailado nadie nos lo quita. Así que les deseo harta salud, harta diversión y muchos años por delante. Y Olé!
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P.D. Te amo

El día de ayer vi por quinta (o sera la sexta?) vez una de mis películas favoritas "P.D. Te amo", y la verdad reconozco que no me canso de verla cada ves que se me presenta la oportunidad y con ello volver a derramar alguna lágrima (aunque ya me sepa de memoria la trama). Lo cual me hizo reflexionar acerca de si realmente existiran amores de ese tipo aun, en los que el amor de una pareja puede perdurar mas allá de la muerte. La Historia de Holly y Gerry me parece el perfecto típico caso de algo que solo puede llegar a suceder en las películas o en la imaginacion alterada de una quinceañera enamorada: amor eterno, almas gemelas, afinidad de pareja, en fin un cuento de hadas con un final feliz que dura por siempre jamas. Y no que me este empezando a poner negativa, ni cínica en cuanto a poner en tela de duda si tal cuestión es cien por ciento realista, porque también debo reconocer que la película mas que enfatizar este tema rosado pompi de bebe, lo que muestra es que a veces no llegamos a valorar lo que tenemos hasta que lo perdemos.
Este fue el caso de Holly, que nunca entendió hasta que grado amaba a su marido hasta el día que murió y se vio sin el. Y ahí es el punto de partida de la película, el cual a través de los recuerdos de ella hilados con una serie de tareas que Gerry le deja a traves de cartas y que debe realizar, es cuando comienza a aprender no solo a valorarlo por lo que dejo en sus vidas, sino que además a comprender que no solo el amor se queda enterrado tres metros bajo tierra, sino que es capaz de perdurar tanto como se este dispuesto a seguirlo manteniendo vivo en el corazón.
No se cuantos de nosotras o nosotros en este día estemos dándole el valor justo a nuestra relación de pareja. Porque en ocasiones sucede que ya sea por el trajín de la rutina diaria o por el simple hecho de que sentimos que la pasión, el enamoramiento empiezan a menguar, nuestros recuerdos también lo hacen. Y es cuando en lugar de traer a memoria los buenos momentos que se pasaron juntos solo vienen a la mente los malos. Y estos regularmente no aportan nada bueno y nos nublan la visión de lo que esta delante nuestro.
Y pues bueno, como toda historia la que tengamos nosotros también tuvo un principio. Algo así como: Había una vez... y creo que ninguna relación empezó de la nada, todos los que hemos estado de novios o seguimos casados podemos recordar con exactitud la hora del día de la semana del mes de aquel fabuloso año cuando por primera vez se vieron y supieron de inmediato: "Esta es mi rodada". Yo al menos si lo recuerdo y me siento muy agradecida a Dios y a la vida por haber cruzado mi vida con la del hombre que se es el amor de mi vida.
Y aunque no me cierro y reconozco que no todas las historias continúan sino que habrá las que tuvieron un final triste, se que también existen las que hasta este día siguen escribiendo un capitulo nuevo lleno no solo de amor sino también de dificultades, enojos, tristezas y retos que no cualquiera seria capaz de afrontar sino fuera por que no se hacen solos sino acompañados.
Y yo te deseo a ti mi querido amigo, amiga que si tienes la fortuna y la alegría de compartir tu vida con alguien mas, recuerdes que el camino de la felicidad se forja no solamente de las satisfacciones personales, están aun esas que si sabemos valorarlas mientras las tenemos en vida y en nuestro ahora, saben muchisimo mejor en dos que siendo solo uno. Solo hay que empezar a engrasar un poquito los engranes de nuestra mente y dejarla remontar hasta llegar a esos instantes en los que nada importaba, ni nada tenia mas prioridad que verse con aquella persona especial que nos hacia latir el pulso a cien por minuto y entonces por arte de magia parecía que el sol comenzaba a brillar mas que nunca. Puedo asegurarte que sin necesidad de mas, ese pulso débil y casi moribundo volverá de nueva cuenta a retomar el ritmo alguna ves olvidado.
No hay que hacer una película romántica tipo Hollywood para hacer de nuestra relación digna de un Oscar, basta con dedicarle tiempo, imaginación, ganas y quizás al final agregarle un sencillo pero sincero... P.D. Te amo. Les deseo un buen día... Olé!
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Cuenta Conmigo

Si hay materia escolar que recuerde con mas sentimientos encontrados esa sería definitivamente: Matemáticas. Y me consuelo pensando que tal vez no haya sido la única que paso horas amargas dentro de un salón de clases intentando comprender sumas, restas, multiplicaciones, divisiones (horror) y así siguiendo hasta llegar a niveles como el álgebra y la trigonometría que para mi desgracia y migraña me costaron enormes esfuerzos el poder, ya no digamos que me gustaran, sino el de ya de alguna manera digna y decorosa poder resolverlos para "panzar" mis correspondientes examenes. Y ahora después de tantos siglos de aquellos aciagos días de escuela, y creyendo yo ingenuamente, que por fin los había dejado atrás triunfante, descubro que aun mi vida gira alrededor de las matemáticas y el Conde Contar.

No me refiero a que me haya dedicado a la carrera de maestra de Mate pero digamos que de alguna manera rara, misteriosa y atemorizante sigo teniendo que seguir contando números en mi vida, y según creo, no estoy sola en tal asunto, ya que resultase ser que a nuestra edad nos vemos en la triste necesidad como mujeres de contar todo lo que rodea diariamente nuestras vidas:

Contar calorías para no engordar mas de la cuenta, contar los kilos de la bascula para descubrir con horror cuanto nos hemos inflado como dirigibles, contar los minutos que llevo hablando en mi celular para que no se agote el crédito y contar cuantas velitas le pienso quitar a mi pastel de cumpleaños para empezar entonces a descontar años. En fin, que contar ya se ha vuelto parte de la rutina diaria, y entre sumar dinero para comprarme ese fabuloso par de zapatos, restar deudas para no quedar arruinada, multiplicar virtudes para conquistar al hombre de nuestros sueños y dividir mi plato para no comer mas de la cuenta llego a la conclusión que mis días de colegiala siguen vigentes hoy mas que ayer.

Ya la neta del planeta es que desearía aun incluso dejar de contar borregos en mis noches de insomnio, pero pensandolo mejor y si lo examino con mas detalle, en ocasiones contar no es tan malo como parece. De hecho llega a ser divertido si me lo propongo. He aquí algunas de las cosas que vale la pena hacerles un conteo: Contar cuantas buenas amigas y amigos he podido agregar durante el transcurso de mi vida y descubrir que suelen ser mas de los que creí, contar aquellos hermosos recuerdos que al traerlos a memoria me sacan ya sea una sonrisa o carcajada porque bien se dice: "El que solo se ríe de sus maldades se acuerda" o quizás una lágrima porque así se le da ese sabor agridulce que sazona nuestras experiencias, contar los sueños tanto los que llegue a cumplir y ahora son una realidad en mi vida y los que me faltan aun por realizar y así darme cuenta lo corta que es la vida y que si no le apuro seguirán siendo solo eso: sueños. También contar propósitos y metas tales como cuantos kilómetros acumulare hoy para poder ir y participar en una carrera, cuantas paginas quedan para finalizar ese libro que tanto he ido rezagando y las horas que faltan para abrazar ese hombre que te quita la respiracion y por el que el tiempo transcurrido tiene sentido esperar.

Contar pues ya no resulta tan fastidioso entonces, es mas, a veces contar con alguien cuando todo se ve feo es de los privilegios con los que hasta yo puedo decir: ¿Sabes contar? ¡Cuenta conmigo! ¿Ya te pusiste a contar? vamos a poner manos y dedos a la obra y que lo disfrutes tanto como yo. See ya!
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Inteligencia emocional del consumo

O dicho de otra forma: "Como controlar el impulso de gastar a lo loco" Y es que es muy cierto: actualmente vivimos en una sociedad y época mucho mas consumista que generaciones pasadas, de hecho si alguno ha tenido la oportunidad de haber hablado con sus abuelos o bisabuelos de lo que tenían y adquirían en su tiempo, es increíble darse cuenta de lo poco que necesitaban en cuanto al aspecto material se refiere. No se extrañaba en lo mas mínimo que aun no se inventaran ni el microondas, ni la lavadora, ni la secadora (junto con la de pelo) menos aun quizás para algunos la television o el dichoso Xbox y la bendita y ahora indispensable computadora. ¡Que tiempos medievales aquellos! pensaremos ahora, pero si vemos mas atentamente es indudable que aunque quizás eran tiempos de mas esfuerzo físico también eran al mismo tiempo tranquilos y sin presión y lo mas importante: eran ocasiones únicas para poder pasar mas tiempo en familia.
Si, así es mis queridos amigos, si revisamos nuestras actuales y muy modernas vidas es una tragedia ver que hemos ido sustituyendo día con día la unidad familiar por las comodidades tecnologicas. Hemos poco a poco cambiando la comunicación verbal por la electrónica y el contacto social físico por los twitteos para que así se enteren de que ando haciendo.
Y para nada ando condenando algo que hasta yo misma hago a diario, pero si quiero manifestar que no por eso sea lo mejor. Y aquí es donde entra lo que llamo la inteligencia emocional del consumo. Porque a mi parecer el estar endeudado y la falta de adhesión a un grupo de personas, sea cual sea el vínculo que nos une a ellas (llamese familiar, de amistad, trabajo, etc.) es directamente proporcional a mis estados de cuenta mensuales.
¿Y como es eso posible? pues bueno, es tan simple como que por cada moderno Gadget o aparato que compro hay detrás una soledad aceptada y peor aun, impuesta. Pasamos, por las causas que ustedes quieran, tan poco tiempo en nuestras casas y con nuestros seres queridos (hijos, cónyuge, padres, etc.) que para poder cubrir esa falta la tratamos de cambalachear por juguetes de moda, televisiones de LCD y vídeo juegos que si revisamos mas a detalle veremos que en el 90% de los casos resultaron compras innecesarias que a la muy corta y a la larga también, son las causantes de la famosa "cruda de pagos fijos".
Y estoy casi completamente segura que muy pocos queremos vivir de los Sal de Uva. ¿la solución? Evitar en lo mas posible las compras por impulso, y a estas me refiero sencillamente a las que hacemos estando en estados de animo como depresiones, euforias de felicidad momentáneas, pleitos con el novio o marido, quincenas recién recibidas y la peor de todas: las famosas ventas nocturnas, monedero electrónico incluido. Por que en todos los anteriores casos mencionados, el común denominador es comprar sin pensar antes, si en verdad necesito eso que estoy a punto de pagar (la mayor de las veces) a tarjetazo veloz, y si tengo la capacidad a partir de ese día de cubrir puntualmente mi deuda recién adquirida.
Ah triste y miserable realidad la de los pagos pero como bien se dice: Todo cuesta y ¡Vaya que cuesta! y lo irónico es que, si tomáramos habitos de consumo mas acorde a nuestro estilo de vida real y no al que tratamos de aparentar, tendríamos mas de lo que imaginabamos y menos de lo que pretendemos. Dicho de otra manera: Gastar menos en nimierias, e invertirle a lo que a la larga nos garantizara una existencia mas plena y dichosa y que es nada mas y nada menos, que los que amamos y nos dan amor, asi nomas.
Gastar es rete fácil, ¡Que si no! lo difícil, el reto es, medir la distancia de mi mano a la cartera y de ahí a mi cerebro para procesar antes de firmar, y en vez de regalar a tantos mi nombre y dirección mejor dedicarles a los mios una hora de nuestras graciosas personas y descubrir de nueva cuenta lo hermoso que solo regalar y dar afecto. ¿Ya me vi verdad? mmm, en fin, ya si no funciona al menos la intención basto. Y ya para terminar les deseo de nueva cuenta mucha lana, harta salud, pocas deudas y monedas cayendo a sus cochinitos... clank! clank! oink! See ya!
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