El Miedo Enferma Mas

Y bueno, con todo esto de la influenza porcina (total, alguien tenia que pagar los platos rotos) hay algo que es muy cierto: nada nos prepara, ni nos vacuna contra algo peor que cualquier virus epidemiologico: el virus del miedo. Y quiero compartir con ustedes un articulo que me enviaron a mi mail, y que podría describir perfectamente lo que nos sucede cada vez que nos invade el miedo hasta el tuetano de los huesos. Ojala les guste.

UN LASTRE QUE DEVORA

Nadie conseguirá ser feliz si está atribulado por el miedo. Para serlo es necesario ser valiente, liberarse de inseguridades, de preocupaciones y de tensiones.

La mayor parte de los males que suceden al hombre, los más importantes, por lo menos, le suceden por miedo. El corazón humano esta lleno de angustias y pavores. Si alguien no sabe nadar se cae al agua, y se asusta, se debate y se contrae y, en consecuencia, se hunde; se desespera por mantenerse a flote y, al final se ahoga. Si perdiera el miedo, su cuerpo por sí solo ascendería hasta la superficie. El miedo es un lastre (en su doble sentido), que nos empequeñece y nos devora.

ESTAR VIVOS. No se donde he leído esta vieja fábula india: “Había un ratón que le pidió al mago que le salvase de su pánico a los gatos. Fue complacido y transformado en gato. Pero comenzó a tener miedo del perro: para salvarlo, a instancias suyas, el mago lo transformó en perro. Pero, como perro, temía a la pantera, con lo cual comenzó a temer al cazador. El mago entonces lo volvió de nuevo ratón. “Porque al que tiene alma de ratón”, le dijo, “nadie le quita el miedo”. Así es en general el hombre. Tiene miedo a perderse; tiene miedo a perder. Y apenas en su vida hace otra cosa. Pierde el dulce y blando almohadón de su infancia; pierde o no alcanza el ideal de su juventud; pierde a los amigos más íntimos y los mas tiernos amores que le acompañaron; pierde las facultades por las que fue querido y admirado, y va así, paso a paso, hacia la muerte, donde él mismo se pierde. Y llega a ella sin haber vivido, de puro miedo. La vida fue para él algo que acaecía mientras estuvo distraído evitando un daño o catástrofe. De ahí que sólo hagan en realidad el bien los que, además de las otras cosas, perdieron el miedo a la muerte; que es lo mismo decir los que perdieron el miedo a la vida. Hay hombres que hacen tanto esfuerzo por alejar la muerte y olvidarla que descuidan el principal precepto: el de estar vivos. Y en lugar de sazonar la vida con el aprendizaje y la alegría, la amargan con quejas y quebrantos, convocando a la tristeza a anidar, como una cigüeña negra sobre su tejado. “¿Qué es el amor?”, le preguntaron cierto día a un maestro. “la ausencia absoluta de miedos”, respondió. “¿Y a qué es a lo que le tenemos miedo?”, le preguntaron. “Al amor”, contestó el maestro y suspiró. Quienes se empecinan en adquirir y mantener cosas pequeñas se transforman en minúsculos escriños, en pobres monederos, en llaveros colgados en espera de una mano avara los utilice y los cuelgue de nuevo. Se contentan con poco, y aun ese poco les será arrebatado.

COMO EL AGUA. Para perder el miedo no es necesario cambiar al mundo, sino cambiar nuestro propio corazón: ensancharlo y escucharlo después. Nunca es imprescindible cambiar aquello que se ve y se teme, sino la forma en que se ve. La derrota y el fracaso forman parte esencial desde lo alto, nos amedrentarán porque estaremos debatiéndonos entre ellos como el que no sabía nadar y cayó al agua. Justamente es la calidad del agua lo que debemos adquirir: limpia, sumisa, dócil a la forma del recipiente en que se vierta, pero también irresistible; no sólo cuando produce una avenida, sino en su constante y activo gota a gota no sólo cuando es río, sino cuando se separa de él y riega un campo. Es tal la indiferencia del agua ante el destino a que se aplica, lo que hace fertilizante y generosa. Cuando nos ocurre lo contrario a nosotros es porque no advertimos que las cosas no se poseen; al revés, si no somos capaces de desprendimiento, por ellas seremos poseídos. Las cosas, para que nos beneficien, como el agua, han de dejarse en libertad. Si tratas de apretarla entre las manos, resbalará el agua por los dedos; si tratas de incorporártela, salvo que la bebas, te empapará la ropa. El corazón del hombre que no teme es igual que un espejo: no apresa nada, no rechaza nada; todo lo recibe, pero no lo conserva... Nadie conseguirá ser feliz si está atribulado por el miedo. Para serlo es necesario ser valiente, liberarse de inseguridades, de preocupaciones y de tensiones. Pero existen muchos hombres que ni siquiera se dan cuenta de que son infelices, tan embargados, por su miedo viven. El que añora aquello de lo que carece en lugar de afirmarse en lo logrado por modesto que sea, no es feliz. El que cree que sólo lo que será mudando su situación o a quienes rodean, no lo llevará a ser, porque busca fuera lo que se encuentra dentro de él.

CONTRA LAS ATADURAS. Al que juzga que cuando se realicen todos sus deseos será feliz, yerra: el temor a que no se realicen lo mantiene frustrado y encogido. ¿Cómo va a ser dichoso el acobardado por la amenaza de perder el objeto de su ansiedad, o de no conseguirlo, o de que se interponga otro, y se lo arrebate? Miedos, miedos, miedos. Para acercarse a la felicidad es imprescindible romper las ataduras del miedo, al contrario de lo que normalmente hacemos: creer que la felicidad consiste en aferrarnos a ellas. La atadura de impresionar a favor nuestro a los demás; la atadura de ganar dinero; la atadura de mantener el status, la del éxito en el trabajo y en el mundo.... Y mientras nos preocupamos de que no se nos escapen nuestras ataduras, se nos escapa la vida: lo único que realmente tenemos. A eso se llama hacer un pan con unas hostias.
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De la Crisis, el sobrepeso y las malas influenzas

Y dejenme les cuento, que hace poco lei unos blogs muy interesantes hechos por unas talentosas mujeres y ¡mexicanas las dos!, en donde con lujo de detalle y sin ahorrarse los comentarios y las criticas hablan de la crisis actual de nuestro querido México y ademas, una de ella la compara con el peso de culpabilidad que como mujeres tenemos al subirnos de vez en cuando sobre una "bendita" bascula. Y es que como bien dice: Las finanzas son como el sobrepeso: hay que saber cuidar y medir bien las entradas (lo que nos metemos a la boca) y mantener mas las salidas (el ejercicio). En fin, el punto es que hace unos dias me llego a mi correo un mail muy mono donde un consciente ciudadano hace un comparativo donde resultase ser que es mejor y mas rentable ser pordiosero en la calle que trabajar honradamente (!). Y las cifras al parecer no mienten: Si un chico promedio de esos que se te trepan peligrosamente al parabrisas de tu coche para limpiarlo saca por lavada unos $5.00 se habla de que haciendo esto 8 horas diarias de Lunes a Viernes en un mes mas o menos saca unos $18,000.00 mensuales! Osea... y yo que desperdicie 4 años de mi vida para titularme mal que bien en la Universidad. Lo que me parece algo sospechoso es de que manera siendo que ellos pudieran sacar esta cantidad, siguen viviendo igual de amolados.
La respuesta en si no es tampoco muy dificil de conseguir, ya que siendo una fuerza laboral informal y no teniendo jefe que les mande, grite u obligue a llegar temprano (feliz utopia!) pues lo hacen cuando les place, el tiempo que les acomode y tristemente al final del dia se acaban su pequeña entrada ya sea en alcohol o drogas.
Y me pongo mas a pensar y al final concluyo que aunque nada es en si perfecto, al menos me queda mi conciencia tranquila de que siendo mis entradas aun minimas y mis deudas siguen creciendo en proporcion doble, hago lo que me gusta y hace feliz.
Lo que si no me hace para nada feliz es esa empecinada lucha de hacernos creer a nosotros los mexicanos que somos retrasados y continuamos chupandonos el dedo. Es cierto que hay crisis, esta fuerte pero ¡Por Dios! tampoco somos Superman con todo y super poderes incluidos para que con nuestra vision de rayos x traspasemos la situacion y nos hagamos de la vista gorda con publicidad que con todo y florecitas y musica lacrimogena incluida insiste en vendernos la idea de que "Aqui no pasa NADA" Ay si... AJA!
La realidad es que si pasa algo, y no es casi nada, es un tanto y no quiero sonar ni fatalista, ni pesimista pero no es el caso de que me ponga a dar de brincos y decir incoherencias y falsedades. Aqui lo que se necesita es una buena dosis de Ubicatex. Y ponernos a razonar con mas calma lo que tenemos de frente porque lo que si es bien cierto, aun no se le ve el fondo.
Mas cabeza y menos corazonadas, porque si bien estamos ahora en un marco dentro de las oportunidades, hay que saberlas ver y sacarles provecho intentando gastar menos y ahorrar en lo posible mas. Y aqui es donde entra mi rutina de ejercicios, mi caminata de media hora a cincuenta minutos, mi pelota de estabilidad para hacer abominables y las infinitas posibilidades que tengo con ello de meditar mi menu de la semana comprando inteligentemente y dejando de adquirir ¡oh descubrimiento! tantas cosas que no me hace falta comprar: galletas, refrescos embotellados (aun no me hace muy feliz), pan dulce, golosinas, frituras que ademas de ser un gasto extra fuerte que me debilita el monedero, solo hace que yo y mi familia aumentemos de peso, y agregemos azucar y grasas dañinas que a la larga afectaran gravemente nuestro orgnismo y nuestra salud, lo que a su vez solo añade gastos no previsibles en visitas al medico y compra de medicinas que ahorita la verdad estan carisimas.
Y si con eso resulta que me ayudo a mi y a mi familia por que empezaremos a comer saludable y a tener un estilo de vida menos sedentario, entonces pues, ¡bendita crisis! dentro de sus parametros medibles claro. Y ya entonces no enfoco tanto lo negativo, sino que empezamos a planear con mas responsabilidad y sentido comun.
Y es que oigame usted, no esta para menos. Con eso de que el dia de hoy suspendieron las clases en el Distrito Federal y el Estado de México por eso de la gripa de los puerquitos (llamese mas elegantemente influenza) andamos mas que amoldados por no decir amolados, porque cada dia resulta ser un desafio librar quiebras de empresas, desempleo, dolar subiendo como humo, salarios extra minimos, como aun agregarle una pandemia por la mala influenza. Total, lo bueno es que ya viene otro puente. Buen dia! Au revoir!
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